DANZA DE MILLONES
Penonomé, Gaby Carrizo y las obras inconclusas: así se invirtieron fondos de la descentralización
Una empresa relacionada con el vicepresidente José ‘Gaby’ Carrizo y su familia dejó obras inconclusas en Coclé, pagadas con fondos de la descentralización.Ereida Prieto-Barreiro03 mar 2020 – 12:00 AM

Una empresa que se creó “principalmente para la compra y venta de pan, helados y bocadillos” sumó más de $1 millón en construcciones municipales en Penonomé, La Pintada, Antón y Natá. Las obras fueron pagadas con fondos de la descentralización.
Se trata de Grupo Gali, que obtuvo varios contratos para construir canchas de juegos, paradas de buses, acueductos y remodelar parques, capillas y cementerios.
Por ejemplo, Grupo Gali construyó seis paradas de buses por más de $28 mil en Penonomé, que presentan deterioros prematuros ni cuentan con el cableado necesario para dotarlas de luz, a pesar de que se pidió que tuvieran lámparas.
Hace más de dos años fue contratada por el Municipio de La Pintada para construir dos pozos de agua en las comunidades de Villalobos y Orarí para beneficiar a mil personas, pero la obra tiene un avance del 50%. El trabajo debió durar 40 días.
En Panamá Compras no aparecen adendas de tiempo ni justificación por la demora. La hoy ex alcaldesa de La Pintada Ina Rodríguez desatendió una solicitud de información que hizo este medio a través de la Ley de Transparencia, en abril de 2019.
De Grupo Gali es suscriptor, tesorero y director José “Gaby” Carrizo, vicepresidente de la República, quien no atendió reiteradas peticiones de entrevista que le hizo este medio, al igual que su hermano José Guillermo, apoderado legal de la empresa.
Un negocio llamado descentralización
No habían transcurrido cuatro meses cuando la pintura de una cancha de juegos –a un costo de $ 28 mil, pagados al Grupo Gali con fondos de la descentralización– empezó a desprenderse en la escuela primaria Jacinta Arosemena de Morán, en Penonomé.
Este contrato con Grupo Gali es parte de 13 contratos –por un monto acumulado de $750 mil– otorgados entre 2017 y 2018 y que recibió, como mínimo, de parte del Municipio de Penonomé, según datos extraídos del sitio web de la Contraloría.
Sin embargo, solo ocho de ellos fueron reportados por la Oficina de Descentralización de ese municipio a este medio, que desde noviembre de 2018 le había solicitado la información sobre éstos.
Desde que en 2016 entró en vigor la Ley de Descentralización, alcaldías y juntas comunales reciben fondos generados por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y el Programa de Obras Públicas y Servicios Municipales (Piopsm).
Durante siete meses, La Prensa investigó si, en efecto, las inversiones solicitadas por las comunidades se realizaron a conformidad; su estado actual y qué empresas fueron favorecidas con los contratos de los proyectos.
Grupo Gali
Según datos de la Contraloría, entre 2017 y 2018 Grupo Gali recibió pagos del Municipio de Penonomé –a cargo en ese momento del perredista Agustín Méndez–, pero, también recibió, para ese mismo periodo, contratos de los municipios coclesanos de La Pintada (6), Antón (9) y Natá (2), todos pagados con fondos de la descentralización. Se desconocen los montos totales desembolsados (ver infografía).

Cuando Grupo Gali se inscribió en el Registro Público –en febrero de 2007– aparecía como suscriptor, director y tesorero José Gabriel Gaby Carrizo (PRD), el hoy vicepresidente de la República, electo en las elecciones del pasado 5 de mayo.
Hasta 2009, Carrizo fue su presidente y apoderado general, pero ese año fue reemplazado en esos cargos por sus hermanos José Ignacio y José Guillermo, quienes aparecen desde entonces como presidente y apoderado de la empresa, respectivamente.
Posibles fallas
El 16 de abril de 2018 –y no el 2 de enero de ese año, como establecía el contrato–, el centro educativo Jacinta Arosemena de Morán recibiría sus canchas de juegos. La ocasión fue propicia para una fiesta. Llegaron comidas y refrescos… y la presencia de las autoridades locales, incluido el entonces alcalde Méndez –que visitaba por primera vez la escuela– para cortar la cinta inaugural de la obra.
La directora del plantel, Dioselina Rodríguez, aseguró a este medio que “al poco tiempo de haberse entregado la cancha la pintura fue deteriorándose rápidamente. Los aros [de los tableros de baloncesto] fueron entonces pintados por jóvenes que nos apoyaron”, reveló. Por un trabajo que costó $28 mil 258 esperaba “algo mejor”. Como mínimo, un techo para proteger a los niños del sol y la lluvia, se quejó.
Y fue justamente lo que faltó. No se instaló el techo de una de las canchas que, según las especificaciones técnicas del pliego de cargos, debió ser “de acero galvanizado… Se instalará tal como lo indican los planos adjuntos”.

El contrato suscrito por el hoy ex alcalde Méndez y Grupo Gali indica que la empresa se compromete a realizar el proyecto “de acuerdo con las especificaciones técnicas, planos o croquis” acordados.
Pero resulta que tampoco se encontró una losa para un área de gradería, pese a que en el calendario de trabajo –aprobado por Ingeniería de la Oficina de Descentralización– certificó que se haría el vaciado de la losa para la cancha y la gradería el mismo día.
Además, se observó que la pintura y demarcación de la cancha casi había desaparecido, mientras que la estructura de la portería de la cancha de fútbol y el tablero de baloncesto están descascarillados y oxidados.
En un segundo recorrido de La Prensa al centro educativo, en diciembre pasado, se observó que el piso ya presenta rajaduras.
Cementerio en descuido
Residentes de Penonomé se quejaron del valor de las obras contratadas con los fondos de la descentralización. Por ejemplo, de la restauración del cementerio municipal –también ejecutada por Grupo Gali– a un costo de $91 mil.
“El muro del cementerio solo fue pintado, no reparado”, dijeron testigos. Las lápidas se anegan cuando llueve. Se colocaron unos cuantos metros de baldosas en el piso central del cementerio y no en los laterales, los cuales quedaron por debajo del nivel del piso.
Para comprobar las quejas, este medio no solo visitó la obra, sino que comparó los trabajos entregados por Grupo Gali con el contrato que le fue otorgado. En el documento se menciona que la cerca con balaustres frontales y traseros del cementerio serían reparados y repellados, pero se observó que estos trabajos no fueron completados y que solo se pintaron algunas áreas.
Lo mismo sucedió con las paredes de las capillas, que debían tener un repello liso y la aplicación de una pintura antihongos. Sin embargo, es visible que no se cumplió.

Las conexiones eléctricas que debieron restaurarse o colocarse nuevas presentaban deficiencias , y el techo y las carriolas están oxidados.
En el recorrido de este medio se observó que las bancas que debieron ser reparadas solo fueron pintadas. En abril pasado era visible que el cielo raso de PVC instalado en la capilla abierta se estaba cayendo. Al volver en diciembre pasado, pedazos del cielo raso yacían en el piso y el resto, a punto de desprenderse.
El piso construido en la parte frontal del cementerio y su revestimiento ya se está desprendiendo, y detrás de la vieja capilla se debía nivelar el suelo, instalar piso y revestirlo, pero esto último no se había hecho. La Prensa hizo las observaciones al Municipio de Penonomé y ocho meses después regresó al lugar, y se encontró la construcción del piso en abandono.
Una residente vecina del cementerio dijo a La Prensa que no se había construido un acceso que comunicaría la parte nueva del camposanto con el existente. Al revisar el pliego de cargos, esto debió haberlo construirlo Grupo Gali. Dos meses después, este medio regresó al lugar y observó un nuevo letrero que, aunque estaba cubierto, anuncia remodelaciones por más de $14 mil.
El actual director regional del Ministerio de Obras Públicas, Edwin Gómez –que fungió como ingeniero civil de la Oficina de Descentralización en la gestión del alcalde Méndez– confirmó a La Prensa en abril pasado que ese acceso se pagó aparte, pues “en la medida que un financiamiento no da la cobertura, habrá que complementarlo con otro contrato”.
Gómez demeritó las quejas de los residentes que dudaban del valor pagado por las obras. “Los cuestionamientos sobre los precios siempre los tenemos, porque los proyectos no siempre están a gusto de todos”, dijo.
Sin embargo, este medio observó que, a pesar de lo pagado, el cementerio ofrece una imagen de descuido, con herbazales y mejoras de mala calidad o inconclusas.
Parques
Las remodelaciones a los parques 8 de Diciembre y Hombres Ilustres –este último ubicado frente al Palacio Municipal de Penonomé– también fueron blanco de críticas por parte de los residentes. Los trabajos están valorados en unos $100 mil.
El 8 de junio de 2018, el contrato de estas obras fue adjudicado a Grupo Gali. Ocho meses después, la empresa solicitó suspender el proyecto cuando solo registraba avances de 40%.
A inicios de febrero de 2019, La Prensa hizo el primer recorrido por la zona y observó que era muy poco lo adelantado en el parque Hombres Ilustres. Luego, en abril, La Prensa regresó al lugar y la situación era bastante similar. Y en diciembre de 2019, aunque ya había finalizado la remodelación, se observaban deficiencias.

En las especificaciones técnicas del parque 8 de Diciembre se advertía que al 1 de enero de 2019 “no deberá haber ningún tipo de trabajo pendiente para evitar afectación a la Jornada Mundial de la Juventud”. Pero no fue hasta tres meses después, el 27 de marzo de 2019, cuando fue inaugurado. “La pintura y otros arreglos menores no van acorde al desembolso del dinero entregado”, criticaron residentes del distrito.
Sobre este punto, Gómez justificó que los contratos “no quedan igual a las aspiraciones con que se hacen los pliegos de cargos”.
Este medio observó que los pisos en el Parque 8 de Diciembre están desnivelados, se están levantando y algunos fueron colocados sin seguir el diseño existente, pese a que el pliego de cargos indicaba que debía ser igual.
Se observaron deficiencias en las dos fuentes ubicadas en el parque restauradas por la empresa, las cuales no funcionaban pocos meses después de su entrega.
La lámpara principal del gazebo del parque presentaba daños, ya que no había sido restaurada, aunque era parte del trabajo. La instalación de la grama en el parque –a un costo de $3,600– presenta deformidades.
El ingeniero Gómez, empero, defendió los trabajos. “No existen deficiencias en la ejecución del contrato”, aseguró. En aquel momento –dijo– estaban en un proceso de “ajustes” con Grupo Gali, en el que también intervendría la Contraloría.
En tanto, en el Parque Hombres Ilustres el trabajo no se terminó. Se pagaron más de 3 mil 600 por colocar grama, pero no se hizo. En julio pasado, Grupo Gali cobró más de $87 mil por la finalización de obra.
Desde el 22 de abril pasado, este medio intentó en varias ocasiones obtener la versión de José Gabriel Carrizo, quien prometió conceder una entrevista antes de las pasadas elecciones. Sin embargo, no hubo más comunicación.
También se intentó obtener la versión del apoderado de Grupo Gali, José Guillermo Carrizo, pero también resultaron infructuosos los intentos.
En tanto, el entonces alcalde Méndez tomó distancia de la contratación de las mismas empresas en los proyectos de la descentralización: “Nunca he estado de acuerdo y dije personalmente [¿cómo es que] una o tres compañías ganaban cantidades de proyectos cuando hay mucha participación en PanamaCompra?”, se preguntó.
Más contratos
Grupo Gali también construyó seis paradas de bus por más de $28 mil en el sector de Río Grande, en Penonomé. Cada parada costó unos $4,600 en promedio y ya están rajadas sus paredes y asientos.
Supuestamente, las paradas tendrían “lámparas” con capacidad de alumbrado de 12 horas continuas, a través de un panel solar con un sistema para protegerlas de robos. Al parecer, el sistema antirrobos no funcionó porque, a pesar de que no se colocaron lámparas, sino rosetas eléctricas, los bombillos fueron sustraídos.
Pero los bombillos tampoco habrían podido alumbrar con electricidad, pues no existe cableado en las paradas. Los bajantes de PVC solicitados, para que los usuarios no se mojaran, no se colocaron. Y el pliego pedía que las carriolas fueran pintadas, pero eso tampoco se hizo. Quizás esa sea la razón por la que algunas de estas ya presentan oxidación.